Ayuno y Abstinencia: ¿Qué sentido tienen?

El ayuno y la abstinencia son las dos prácticas penitenciales comunitarias más populares de la Cuaresma. Ambas están prescritas por el Código de Derecho Canónico para el primer día de la Cuaresma (Miércoles de Ceniza), y para el primero del Triduo Pascual (Viernes Santo). El ayuno de los 18 a los 59 años y la abstinencia a partir de los 14. No obligan a los enfermos ni si existe algún otro motivo de peso en casos concretos. Ni en las fiestas religiosas que sean "solemnidades".
Ayunar es abstenerse de comer, total o parcialmente. La abstinencia es una modalidad de ayuno (abstenerse de comer carne). Es algo así como una modalidad especial de IVA para los ricos. Cuando se estableció esta ley, la carne era un manjar casi exclusivo, de los ricos. Los pobres comían carnes en las fiestas patronales y poco más. El marisco, y demás productos del mar, eran alimentos de los pobres, sobre todo marineros y demás gente que vivía en el entorno del mar....
Bien; pero, ¿qué sentido tienen para un cristiano el ayuno, que en realidad existe en  todas las regiones? (Los cristianos heredamos esta tradición de los judíos).
Podemos señalar como tres finalidades:
  1. Ascética: es un medio para lograr un mayor dominio de uno mismo, sobre todo en lo que se refiere a los instintos o pasiones que tantas veces nos inclinan e incitan al mal y al pecado.
  2. Solidario-caritativa: nos privamos de algo, no para ahorrar e incrementar el patrimonio, sino para compartirlo con los necesitados. Por eso, ayuno y limosna aparecen estrechamente vinculados, en una visión cristiana de las cosas.
  3. Espiritual: El ayuno cuaresmal nos recuerda y nos une espiritualmente a Jesucristo ayunando durante 40 días en el desierto antes de iniciar la predicación del Evangelio (Mt. 4, 1-2). Por todo ello, el ayuno es también signo de conversión, característica de toda la Cuaresma.

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