2018: Una nueva oportunidad

¿Recuerdan la parábola de los talentos que hemos escuchado en el Evangelio de la Misa de unos de los últimos domingos del Año Litúrgico? Decíamos entonces que esos talentos significaban los dones, tanto de orden natural (cualidades y cosas), como de orden sobrenatural (la fe, la Biblia, los sacramentos, etc), que recibimos de Dios para que nos beneficiemos de ellos y con ellos contribuyamos a la construcción de un mundo mejor: más justo y más solidario, y en el que Dios cuente más...

Pues bien, un año nuevo es siempre una oportunidad para intentar lograr ese objetivo, si no lo hemos conseguido el año pasado; y si hemos aprobado en el pasado para mejorar la nota en el presente año. Cada uno verá en qué puede mejorar y avanzar. Que en esto siempre se puede crecer, mejorar y avanzar. Ánimo, pues. No hay que tirar la toalla, que como dice un refrán japonés, no se sale adelante celebrando éxitos, sino superando obstáculos

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Pastoral Santiago